Dios tiene todo bajo control

Dios tiene todo bajo control.

Para que la humanidad pudiera acercarse a Dios, tenía que haber una solución. La increíble realidad es que Dios mismo tomó forma humana en Jesús y vino al mundo para ocupar nuestro lugar. 

Nuestro amado Dios no improvisa. Todo lo tiene cuidadosamente calculado. Nada escapa a su control.

Por ese motivo cuando preparaban la Pascua, ya Jesús sabía dónde y los más mínimos detalles. Igual con su vida. Lo sabe todo.

Como se recordará, en la época de Jesús, la Pascua era la celebración más importante de los judíos. Se celebraba para conmemorar la liberación de los israelitas de la esclavitud de Egipto. La Pascua también era una noche de esperanza por la venida del Mesías. 

Celebración de la Pascua 

  • Se celebraba con una comida que incluía cordero, pan ázimo, hierbas amargas y salsa roja.
  • El cordero representaba la compasión de Dios.
  • El pan ázimo representaba la miseria sufrida.
  • Las hierbas amargas representaban la esclavitud.
  • La salsa roja representaba los trabajos forzados en Egipto.

En el evangelio de Lucas leemos:

«Llegó el día de los panes sin levadura, cuando es necesario sacrificar el cordero de la pascua. Jesús envió a Pedro y a Juan con estas instrucciones: «Vayan a preparar todo para que comamos la pascua.» Ellos le preguntaron: «¿Dónde quieres que hagamos los preparativos?» Jesús les dijo: «Al entrar en la ciudad, verán ustedes a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo hasta la casa donde entre, y díganle al dueño de la casa: “El Maestro pregunta dónde está el aposento en donde comerá la pascua con sus discípulos.” Entonces él les mostrará un gran aposento alto, ya dispuesto. Hagan allí los preparativos.» Los discípulos partieron, y encontraron todo tal y como Jesús se lo había dicho, y prepararon la pascua.» (Lucas 22: 7-13 | RVC)

Dos elementos a resaltar. El primero, que su vida está en manos de Dios y cuando las cosas no funcionen bien, es a Él, al Padre, a quien debe acudir en busca de soluciones.

El segundo, que Jesus murió por nuestros pecados. Se sacrificó por usted y por mí. Llevó en su cuerpo todo el peso de nuestra maldad.

El expositor cristiano, Wilkin Van De Kamp, lo explica en los siguientes términos:

“Para que la humanidad pudiera acercarse a Dios, tenía que haber una solución. La increíble realidad es que Dios mismo tomó forma humana en Jesús y vino al mundo para ocupar nuestro lugar. Al hacerlo, Jesús representó a toda la humanidad, permitiendo así que Dios reconciliarse consigo mismo y nuestra deuda sea pagada.”

En nuestras fuerzas era imposible. Ni los esfuerzos ni las buenas obras nos aseguran la salvación. Solamente la obra redentora del Señor Jesucristo.

Esa es la manifestación de la gracia divina. Gracia es el amor inmerecido que Dios nos tiene. Y es por amor, que nos perdona. Hoy es el día para emprender una nueva vida. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo.


© Fernando Alexis Jiménez | @Conexión365

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